
En un acto cargado de simbolismo y reafirmación popular, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, selló el compromiso con la vanguardia transformadora del país al acompañar la juramentación de la gobernadora electa del estado Bolívar, Yulisbeth García, «La Tata».
Con un respaldo contundente de 221 mil 292 votos en la reciente jornada comicial (2025-2029), la victoria de García no es solo un triunfo electoral, sino la consolidación de un proyecto que enarbola las banderas de la soberanía y la construcción de un futuro más justo.
El Siglo XXI: Horizonte Bolivariano frente al capitalismo
Junto a la Primera Dama de la República, Cilia Flores, el Jefe de Estado sentenció con firmeza: «el siglo XXI es el siglo del pueblo venezolano y de la Revolución Bolivariana.» Estas palabras, más que una proclama, delinean la hoja de ruta para la edificación de «nuevos modelos de proyectos alternativos frente al capitalismo occidental».
La visión bolivariana, lejos de las recetas neoliberales impuestas, se erige como una propuesta audaz para descolonizar la economía y la política, priorizando las necesidades de la mayoría sobre los intereses de las élites.
La resistencia y la conciencia Popular
El presidente Maduro no dudó en reconocer la fuerza telúrica del estado Bolívar, destacando a un «pueblo empoderado» y a la presencia inquebrantable de mujeres y jóvenes que han forjado «la conciencia y fortaleza moral».
La resistencia ante las agresiones imperiales y la perseverancia en la construcción de una Venezuela soberana son los pilares que, en palabras del Mandatario, han validado cada sacrificio. «Ha valido la pena resistir la lucha y perseverar en el camino de una Venezuela que se levanta», sentenció, enarbolando el espíritu combativo que caracteriza a esta gesta popular.
La emerge de un «nuevo movimiento colectivo» en todo el país, señal inequívoca de la vitalidad y la capacidad de autoorganización del pueblo venezolano.
Bolívar como bastión del desarrollo endógeno
La trascendencia del estado Bolívar en la agenda nacional fue enfáticamente subrayada por el presidente Maduro. Bolívar no es solo una región de inmensos recursos naturales, sino que está llamado a ser el motor de una «economía petrolera» con miras a la diversificación y al desarrollo endógeno. Este objetivo, que exige constancia y planificación, va de la mano con la imperiosa necesidad de potenciar el crecimiento económico y agrícola de la región.
El «enorme potencial» de Bolívar es el cimiento para edificar una economía productiva y diversificada, superando la dependencia rentista y consolidando la soberanía alimentaria y energética del país. La apuesta es clara: transformar los recursos en bienestar para el pueblo, impulsando un modelo que rompa con la lógica extractivista y priorice el desarrollo integral.
Prensa Presidencial.